Las preciosas y la moda en el siglo XVII francés

Las preciosas ridículas de Moliere. Comedia en un acto estrenada en París en 1659. Unas mujeres de clase alta parisina no quieren desposarse con unos varones de su misma clase por su falta de elegancia. Éstos visten a sus criados y los hacen pasar por caballeros. Ellas caen en la trampa. Cathos y Madelon son las preciosas ridículas; Mascarilla, uno de los criados disfrazados.Moliere se ríe de la pretenciosidad de aristócratas y ricos burgueses. Critica a las preciosas, mujeres de clase alta de ambiciones intelectuales. Ridiculiza los juegos del lenguaje y las conversaciones pedantes y afectadas de las reuniones y el exceso en la moda. Madeleine de Scudery es una de ellas, Moliere la refiere como Magdelon en Las preciosas ridículas. También parodió en Las mujeres sabias a Mary Astell, escritora inglesa que convivió con el preciosismo y se adentró en el pensamiento ilustrado del siglo XVIII.

Madame de Scudery (1607 – 1701), Bibliotheque Marguerite Durand.
Mary Astell (1666 – 1731)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La Estancia Azul de Rambouillet

Junto al museo del Louvre se encuentra el Hôtel de Rambouillet. Puede ser la década de los 20 o los 30 del siglo XVII. Una dama reclinada en su sofá ejerce de anfitriona en la Estancia Azul, rodeada por mujeres y hombres, amistades y conocidos pertenecientes a la élite intelectual parisina. A las mujeres que acuden a la tertulia se las conoce como bas-bleues (medias azules). Todos visten al estilo Luis XIII (1617-43), llamemoslé estilo chevalier. Para lograr destacar en los círculos sociales debían comportarse, hablar y vestir selon la mode qui court, “de acuerdo a la corte”. La moda se convirtió en tema recurrente de conversación en estas reuniones. Es frecuente encontrar en escena un personaje llamado Mode, una diosa que determina a su antojo el comportamiento de hombres y mujeres, el l’idole de la Cour.

1863, A. Godeau. Madame de Rambouillet’s literary salon at the Hôtel de Rambouillet

La habitación está en penumbra para favorecer la belleza y la concentración. Los invitados se sientan en sillones, sillas, taburetes o en el suelo en función de su importancia. El objeto de la reunión se esclarece a través de la conversación, sometida a unas reglas de juego. El que sabe escuchar es tan importante como el buen orador. Orquesta la sinfonía la anfitriona, Arthénice, anagrama de Catalina de Vivonne (Roma, 1588 – París, 1665), marquesa de Rambouillet. Intelectual apasionada, hizo que su precaria salud convirtiera su casa en epicentro de la cultura parisina durante la primera mitad del siglo XVII. 

1635 Abraham Bosse – The Five Senses – Smell – (MeisterDrucke-91128)

Las reuniones celebradas por mujeres se convirtieron en seña de identidad del siglo XVII, fueron centro de la intelectualidad parisina y supuso la incorporación de la mujer al debate público intelectual y al mundo editorial. También, quizás sin pretenderlo, desde habitaciones como la Estancia Azul se marcaron las tendencias que vistió Europa. Había comenzado la «era de los Luises» para la moda francesa y el mundo occidental.

1635, Precieuses. Abraham Bosse.

A partir de 1664 estas tertulias se conocieron como ruelle (literalmente, ‘callejuela’, designa al espacio entre la cama y la pared de un dormitorio), también cabinet, alcôve, réduit, porque se celebraban en el dormitorio o la alcoba contigua. Las protagonistas eran mujeres como las bas-bleues, a quienes acabaron llamando précieux/preciosas, apelativo utilizado inicialmente con sentido peyorativo hacia personas que vestían a la última moda, pendientes siempre de la apariencia y que a menudo solían usar esta palabra. El preciosismo del siglo XVII acabó siendo un movimiento social y una corriente intelectual, femenina en su promoción, caracterizada por el aprecio al refinamiento en los modales, la erudición y la elegancia. Mujeres que quieren y deciden decidir y reclaman la igualdad. Se forman, debaten y opinan, cambian los juegos de relación entre géneros.

La otra versión del preciosismo, la que se ríe de este movimiento, la retratan Moliere, François Grenaille o  Quevedo entre otros.

en torno a 1645-65, moda francesa

La moda parece ir más aprisa que en el siglo anterior. El estilo Luis XIV (1643-1715) pasa por varias fases. Para los hombres los estilos Mountaron (antes de 1650) y Candale (después de 1650), poniendo de moda el rhinegrave holandés en los 60 hasta mediados de los 70.

Portrait de Magnus Gabriel De la Gardie et son épouse Maria Eufrosyne, 1653

Así vestían las personalidades que se encontraban en “los sábados de Mme. de Scudéry», los sábados de Safo, seudónimo de Madeleine de Scudery (1607- 1701), asidua antaño a la Estancia Azul. Su tertulia literaria fue un referente en la segunda mitad del siglo XVII. Entre las preciosas que acudían se puso de moda hacia 1665 el peinado que llamaron hurlubelu (hurlupée), rizado y abultado alrededor del rostro y con algún tirabuzón colgando; pasaría de moda en doce años, sustituido por el fontange, adecuado a la nueva silueta alargada que abría las puertas del siglo XVIII al rococó, y que convertiría las ruelles en salones desde donde cultivar la Ilustración. 

1680s, Countess Monzi Sun, by Nicolaes Maes.
Marie Louise Elisabeth d’Orleans Duchess of Berry, 1718, by Pierre Gobert.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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