La TOCA DE CAMINO se estiló en la Edad Media. Es un tocado cuya función es protectora y se utiliza en desplazamientos y viajes. Consiste en una banda larga de tela (habitualmente de más de 4 metros) que envuelve un tocado o rollo que se encaja en la cabeza.
Lo usan hombres y mujeres, incluso la realeza. La diferencia clave entre sexos: en el tocado femenino uno de los extremos pasa por debajo de la barbilla, el otro se prolonga para poder cubrirse el rostro, protegiéndose de la intemperie y los curiosos, como dice una copla de un cancionero de la época que un caballero dedica a una dama que parte de viaje: “con un gentil alhareme/ discretamente tocada / porque el viento no la queme/ e más por fin si se teme/ ser conoscida y mirada”.
A simple vista le llamaríamos turbante, pues se coloca como estos tocados de origen oriental adoptado por diversas culturas como la otomana, la árabe, la hindú,…, de hecho las Cruzadas trajeron a Europa el turbante y otras costumbres indumentarias. La Doctora Carmen Bernis nos cuenta que la influencia directa en la Toca de camino cristiana es el ALHAREME (Alfileme, Alfareme), toca morisca andalusí usada para viajar, que podía ser de lienzo, de holanda o lino, de gasa o tela rizada. El paño era estrecho y su longitud variaba entre vara y media y 14 varas. Solían ser blancas o amarilleadas con azafrán, aunque también hay testimonios de uso de tintados con colores. El documento escrito más antiguo que atestigua su uso entre cristianos es de Alfonso V de Aragón de 1412-24, pero en realidad remonta al siglo XI o XII.
Una variedad del alhareme era la denominada TOCA TUNECÍ, que debe su nombre al tipo de lienzo con que estaba hecha. Otra variante era el ALMAIZAR, que se usaba para vestir de gala. Era generalmente de seda o, en su defecto, lienzo teñido (negros, granates, azules, encarnados, de dos o más colores mezclados), y estaba guarnecida con orillas en los bordes y en el centro, y con vivos y rapacejos en los extremos (esta guarnición también la podemos encontrar en el alhareme). Critica una comadre en una copla de la época a una mujer por querer aparentar más con su vestido: “Desde que pone un almaizar/ esa hija del sedero/ pues una de un caballero / no se va tanto a preciar».
Huy, he descubierto este blog de casualidad buscando cosas sobre indumentaria de la Alta Edad Media, y menuda sorpresa. Me quedo por aquí. 🙂
Me gustaMe gusta
Pues muchas gracias, es una alegría si te es de utilidad. Si buscas sobre la Edad Media, hay un blog muy interesante, no conozco a su autora pero me parece que hace un gran trabajo: opusincertumhispanicus.blogspot.com
Me gustaMe gusta
Sí, todo lo que sirva para aprender es de utilidad, gracias de nuevo. Conozco el blog de Consuelo, a ella personalmente no pero la sigo desde hace tiempo y ya vi que en tu blog tienes un enlace al suyo. Lo dicho, muchísimas gracias.
Me gustaMe gusta